Después de algunos años de reapertura de LABORATORIOS MONSERRAT Y ECLAIR S.A. y de venir utilizando el símbolo que nos identifica, sentimos la necesidad de explicar su significado y los conceptos que pretendemos transmitir a través del mismo.

Nuestro símbolo fue creado en 1976 cuando, aún sin tener empresa, soñábamos con un Laboratorio que nos permitiera expresar nuestros anhelos, nuestras emociones y el estilo en el que nos gustaría manejarnos dentro de la industria farmacéutica.

El creador de nuestro símbolo fue el artista plástico italiano Alejandro Palmieri, llegado a nuestro país en el año 1949.

En sus comienzos, Alejandro trabajó de obrero en una fábrica textil alcanzando luego, por mérito propio, la Gerencia de Publicidad en una reconocida empresa italiana.

A través de su inventiva, creatividad y pertinaz

trabajo, debemos innumerables obras y diseños que perduran y trascienden en el manejo cotidiano.

Con Alejandro Palmieri habíamos trabajado juntos muchas veces, pero nunca nos habíamos sentido tan unidos y tan comprometidos como hasta el momento que comenzaron incontables horas de charlas y de discusiones, acerca de cómo sintetizar a través de un símbolo, los conceptos que buscábamos transmitir.

Así desfilaron ante nuestros ojos distintos enfoques, innumerables bocetos. Finalmente nació nuestro símbolo y luego llegó la empresa.

Nuestro símbolo busca transmitir la profunda convicción, la profunda confianza en el hombre y en el futuro del hombre, la búsqueda constante de su crecimiento, la visión transformadora de los jóvenes, el triunfo de la técnica siempre al servicio del hombre, las relaciones basadas en la mutua confianza, el respeto y el reconocimiento del otro.

También deseamos transmitir el empeño con los seres humanos, generación tras generación, nos esforzamos por crecer, por avanzar, por superarnos, constituyendo esa búsqueda el mejor homenaje a nuestros mayores, y el mejor legado a nuestros hijos.

La empresa que renació a partir de un símbolo, lo hizo marcada por un espíritu, un objetivo y una filosofía que madura y se consolida en el tiempo.

¿Por qué esperamos tantos años para hablarle de nuestro símbolo? No sé.

¿Por qué lo hacemos ahora? Tampoco lo sé.

¿Utopía? ¿Ingenuidad? ¿Sueños? ¿Fantasías? ¿Idealismo?

¡Qué se yo! Tampoco importa, es lo que sentimos.

Al igual que las personas, las empresas también tienen ideales.

Siéntanos cerca.