Definición
El Pie de Atleta es una micosis superficial.
Es la infección provocada por hongos (dermatofitos) en los espacios interdigitales de los dedos del pie, favorecida por el calor y la humedad.
También puede localizarse en los talones y en los laterales del pie.
El término médico es Tinea pedis.
El pie de atleta es muy contagioso y puede propagarse al caminar descalzo en pisos contaminados: vestuarios, duchas, piscinas, etc., o al compartir toallas o calzado.
La infección afecta a uno o a ambos pies y puede propagarse a la mano, especialmente al rascar las partes infectadas de los pies.
Síntomas
- El síntoma más común es la piel agrietada formando escamas.
- Erupción roja escamosa.
- Picazón, ardor o escozor en dedos de los pies.
- Ampollas o úlceras.
- Sequedad crónica y descamación en las plantas de los pies.
- Ampollas que supuran (salida de líquido) o forman costras.
- Uñas descoloridas, engrosamiento e desprendimiento.
- Separaciones o cortaduras, ablandamiento, blanqueamiento de la piel entre los dedos.
- M¡Y muy habitual mal olor en los pies.
Causas
Los hongos se reproducen en regiones del cuerpo donde hay exceso de humedad y calor:
- El uso de medias y de calzados cerrados (zapatillas, botas, etc.) favorecen el crecimiento de los hongos.
- Pies húmedos durante períodos prolongados.
- Abundante transpiración.
- Falta de higiene.
- Calzarse luego de un baño sin haberse secado correctamente los pies o entre los dedos.
Factores de riesgo
El riesgo que presenta el pie de atleta es mayor en los siguientes casos:
- Sexo masculino.
- Medias húmedas.
- Calzarse todos los días con el mismo par de zapatillas o medias.
- Compartir alfombras, ropa de cama, vestimenta o calzados con una persona que presenta una infección fúngica.
- Caminar descalzo en lugares públicos donde la infección puede propagarse como vestuarios, saunas, piscinas, baños y duchas comunitarios.
Complicaciones
La infección por pie de atleta puede propagarse a otras partes del cuerpo, por ejemplo:
- Manos. Las personas que se rascan o tocan las partes infectadas.
- Uñas. El hongo asociado con el pie de atleta también puede infectar las uñas de los dedos de los pies (onicomicosis: de muy complicado tratamiento).
- Ingle. Es frecuente que la infección se propague de los pies a la ingle, ya que el hongo puede trasladarse a través de las manos o una toalla.
Prevención
- Mantener los pies secos, especialmente entre los dedos.
- Estar descalzo en superficies secas, para airear los pies.
- Secar correctamente entre los dedos de los pies luego de un baño o una ducha.
- Lavar las zapatillas regularmente.
- Cambiar las medias diariamente.
- Utilizar zapatos livianos y con ventilación.
- Evitar usar zapatos hechos con materiales sintéticos (por ejemplo vinilo o goma) o higienizarlos regularmente.
- Alternar los zapatos. No usar el mismo par de zapatos todos los días para que puedan secarse.
- Proteger los pies en lugares públicos. Usar ojotas o sandalias en piscinas públicas, duchas y vestuarios.
- Usar talco en los pies diariamente, preferentemente talco antifúngico.
- No compartir los calzados.
Tratamiento
El pie de atleta se puede tratar con medicamentos antimicóticos de venta libre en cremas o polvos, que pueden adquirirse en la farmacia.
Sin embargo, si la infección no mejora en 2 semanas, los especialistas recomiendan acudir a un centro de salud para que el médico valore la patología e instaure el tratamiento más adecuado.
El tratamiento inicial consta de antimicóticos por vía tópica en ambos pies complementando la aplicación de polvos antimicóticos en el calzado.
CONSULTAR A SU MÉDICO Y/O FARMACÉUTICO.