La carne magra sin procesar, es un alimento con cualidades nutricionales extraordinarias, que en porciones adecuadas se digiere sin inconvenientes.
Las carnes procesadas son ricas en grasas saturadas.
El consumo de porciones copiosas de carnes sin procesar y sobre todo de carnes procesadas y embutidos, promueven una digestión lenta y producen pesadez estomacal.
Las carnes procesadas pueden estar elaboradas con una cantidad importante de grasa (hamburguesas, embutidos) provocando, por intolerancia a las grasas, una digestión lenta. La cantidad de bilis excretada de por si, las enzimas pancreáticas no alcanzan para digerir excesivas cantidades de grasa.
La carne es muy adictiva: hamburguesas, panceta, chorizo, salame, salchichas, jamón, etc. El exceso de grasas saturadas en los alimentos a base de carne procesada, puede alterar la flora del intestino afectando los niveles hormonales y el sistema inmunológico.
La salud y la calidad de vida se deterioran por la disminución de la asimilación correcta de los nutrientes y provocan déficit en los niveles de ácidos grasos esenciales y en las vitaminas liposolubles A, D y E.
El proceso digestivo lento trascurre con dolor abdominal, distensión abdominal, cansancio, flatulencia, acidez estomacal, cólicos, dolor de cabeza, etc.
CONSULTAR A SU MÉDICO Y/O FARMACÉUTICO.